En mi primer post os quiero hablar
sobre el Síndrome de la rodilla del corredor.
Se conoce comúnmente como rodilla
del corredor y técnicamente como Síndrome de la cintilla iliotibial. Se trata
de una inflamación del tejido lateral de
la rodilla, como consecuencia del roce excesivo
entre dos estructuras.
La banda iliotibial es el tejido
que ocupa la zona lateral y superficial de nuestro muslo. Es un tejido largo y
muy poco flexible cuya función es el soporte lateral de la rodilla. Justo donde
termina esta banda , existe una prominencia ósea denominada cóndilo femoral ,
perteneciente al fémur.
El Síndrome de la cintilla
iliotibial, se produce cuando hay una excesiva fricción entre estas estructuras
al realizar siempre la misma actividad. Dicho roce aumenta entre los 20º Y 30º
de flexión de rodilla, por ello es común entre los corredores.
En la primera consulta el
paciente refiere dolor localizado en la cara lateral de la rodilla, relacionado
con la actividad física. El dolor puede aparecer al inicio, durante o después
de la actividad, según la gravedad de la lesión.
Cuando se produce un movimiento
repetitivo de flexión de rodilla, sin descanso adecuado, puede provocar la
sobrecarga del tejido causando su inflamación y el dolor.
Es importante tener en cuenta también
algunos factores anatómicos, como tener un cóndilo femoral muy prominente y
tener rodillas “arqueadas”( genu varo ) que sumados a esta sobrecarga aumentan
la posibilidad de la lesión, por un mayor roce y tensión de la cintilla
iliotibial.
Mi recomendación es que en el
momento que aparecen los primeros síntomas, se hagan descansos adecuados y una elongación
específica de la banda con la aplicación de hielo local, para controlar dichas
molestias iniciales.
Tarea obligatoria es, siempre después
de trotar un correcto estiramiento de la banda iliotibial. Tenemos que
diferenciar la sensación de este estiramiento con respecto al de otro tipo de
músculo, puesto que la cintilla es tejido muy poco elástico y notaremos más elongación
a nivel de la cadera.
El tratamiento inicial en los
cuadros más leves , será el reposo relativo, la modificación de los ejercicios
y el frío local ( 2-3 veces al día ) o el uso de antiinflamatorios no
esteroideos.
En cuanto a la modificación de
los ejercicios me refiero a limitar las maniobras dolorosas y realizar
ejercicios compensatorios que aumenten la estabilidad de la musculatura lateral
de cadera y rodilla, es decir, un programa específico de estiramientos y
ejercicios de propiocepción y potenciación para la musculatura glútea.
Si la sintomatología persiste,
abordaremos el tratamiento con electroanalgesia; ultrasonidos,
laser,magnetoterapia,TENS.
Las técnicas de Terapia manual,
corrección de la disfunción, liberación miofascial y punción seca, serán clave
para la disminución de los síntomas.
En muchas ocasiones, es imprescindible
el estudio dinámico de la marcha ,para valorar una hiperpronación del pie, que provoca y aumenta la fricción de
la cintilla con el cóndilo femoral , dando lugar a dicho síndrome. En este
caso, se tomarán las medidas necesarias como la incorporación de plantillas o la
corrección del calzado.